Nací siendo libre
Disfruto ya de la libertad...
Después de varios meses atada con cadenas en pies y manos, conseguí encontrar la llave de mis ataduras.
Ahora soy libre cual ave que surca el cielo, y es dueña de una maravillosa vista de la vida que se halla bajo su pequeño y delicado cuerpo.
Así me siento yo ahora. Volando entre las nubes, ayudada por las corrientes de viento que me impulsan cada vez más y más rápido.
Ahora soy libre cual ave que surca el cielo, y es dueña de una maravillosa vista de la vida que se halla bajo su pequeño y delicado cuerpo.
Así me siento yo ahora. Volando entre las nubes, ayudada por las corrientes de viento que me impulsan cada vez más y más rápido.
Tengo en mi retina grabada la misma imagen que tiene el ave. Un mundo que está debajo de mí. Y esa imagen viaja por el nervio óptico hasta llegar a su destino, el cerebro. Cuando esto ocurre, me invade una sensación de sosiego. De bienestar...
Y así, extiendo ahora mismo mis alas para poder emprender un nuevo viaje hacia mi nueva vida. Volver a sentir todo aquello que sentí hace meses y que creía ya olvidado. Aquello que recorría cada recoveco de mi ser y que había sido estrangulado, poco a poco, por la soga que tenía alrededor de mi cuello, y que el verdugo encapuchado (que bien conocía ya su rostro), apretaba más y más. Consiguió así que mi desesperación por liberarme buscase con ansia la llave de aquellas cadenas que me impedían el movimiento, y me obligaban a la sumisión.
Ahora soy dueña de mi propio ser...y de mi libertad.
Y así, extiendo ahora mismo mis alas para poder emprender un nuevo viaje hacia mi nueva vida. Volver a sentir todo aquello que sentí hace meses y que creía ya olvidado. Aquello que recorría cada recoveco de mi ser y que había sido estrangulado, poco a poco, por la soga que tenía alrededor de mi cuello, y que el verdugo encapuchado (que bien conocía ya su rostro), apretaba más y más. Consiguió así que mi desesperación por liberarme buscase con ansia la llave de aquellas cadenas que me impedían el movimiento, y me obligaban a la sumisión.
Ahora soy dueña de mi propio ser...y de mi libertad.
Ahora... vuelvo a sonreír...